Mujer en la Política: Jennifer González
Nuestra editora en jefe, Lourdes N. Cruz, en la entrevista con la Hon. Jennifer González, candidata a comisionada residente por el Partido Nuevo Progresista.
Si usted quiere saber cómo luce una líder, no tiene que ir más allá de la Hon. Jennifer González, representante y candidata a comisionada residente por el Partido Nuevo Progresista. Contrario a los líderes ex officio, que se reconocen como tales por el puesto que ocupan, Jennifer reúne la dualidad de características que componen a la verdadera líder: serlo y saberlo. Tal realidad es evidente con tan solo verle.
Jennifer nos recibe en su oficina con paso acelerado, una buena sonrisa y un agradecimiento muy quedo, casi imperceptible, por la oportunidad de escapar por unos segundos de sus muchas responsabilidades políticas y administrativas para servir de recurso a las mujeres puertorriqueñas. De eso es que se trata nuestra entrevista, de conocer otro lado de una mujer que frecuenta las páginas y ondas de los medios, pero de la cual se entiende poco en su rol de mujer, líder y luchadora.
Si usted vive en Puerto Rico, es casi imposible que no haya escuchado de Jennifer González. Y si ha escuchado de ella, es casi imposible que no tenga una opinión sobre sus cualidades como mujer, política o persona. Hay quienes le apoyan o le combaten, quienes la reconocen como una líder y quienes quisieran que desapareciera de la política pública. Sea cual sea su opinión, lo importante es destacar que Jennifer no es una de esas personas que te dejan impasible. Jennifer crea opinión.
En un mundo regido en su gran mayoría por hombres (para estadísticas de la mujer en la política, puede ver el artículo de Lourdes N. Cruz en nuestra sección de portada “La mujer en la política”), tener ese tipo de personalidad y encima ser mujer resulta difícil de digerir para las estructuras de poder. Y por eso es que hay que reconocerla: para ella y para ninguna otra mujer es fácil vivir, sobrevivir y destacarse en el mundo político. Para eso hay que tener visión y fuerza descomunales.
Jennifer ha labrado su camino de éxito por sí misma. Obviamente, esa ruta está llena de personas que le han dado la mano en distintas etapas, pero también de otras que han hecho lo imposible para derrotarla o desanimarla. El simple hecho de que continúe ahí, siga ostentando puestos destacados en su partido y esté a las puertas de la comisaría es algo digno de reseñar. En muchos momentos de su vida ha sido su fortaleza interna y su convicción las que le han llevado hacia delante sin importar los sacrificios familiares y personales que ha tenido que soportar. Eso vale.
Independientemente de que, como dijéramos, usted sea de quienes le apoyan o le critican, debe admitir que ella es un buen ejemplo de las posibilidades que tiene cualquier mujer puertorriqueña para destacarse y lograr sus metas. Jennifer sabe ir pa’lante y ése es un mensaje que no debe pasar por desapercibido en toda hija de esta tierra.
Solo para ilustrar nuestro punto, tomemos uno de sus aspectos políticos: es republicana. Para la mayoría de la gente eso es algo de allá (Estados Unidos), pero para los conocedores de la política ser demócrata o republicano tiene grandes repercusiones. Mientras la mayoría de los electores en la Isla hablan de sus posturas públicas relacionadas con Puerto Rico, dentro de las estructuras de su partido local y federal Jennifer tiene que batallarse como doble minoría. Imagínese: cuando unos andan con King Kong en las espaldas, ella también carga a Godzilla. Eso requiere carácter.
En nuestra entrevista, como podrán apreciar, Jennifer demuestra la seriedad de las convicciones. Rápidamente se capta en ella esa facilidad de expresión que solo provee la profunda convicción en su capacidad para enfrentar retos y para no solo ser parte del destino, sino dirigirlo. Cuando se alcanza ese nivel de compenetración entre los retos que se enfrentan y las capacidades que una misma se reconoce, la derrota es imposible. Con ello no nos referimos a triunfar o perder contiendas electorales, sino a las batallas que las mujeres enfrentamos día a día por el simple hecho de ser mujeres y de movernos en un sistema creado por y para hombres.
Jennifer va pa’lante. Si el éxito le sonríe en estas elecciones no se deberá a que los astros se conjuraron o que sus adversarios se dieron un tiro en el pie. No. Se deberá a que ha luchado contra viento y marea, ha vencido los escollos y se encuentra preparada para la victoria. Una mujer preparada no necesita suerte. Una mujer preparada y decidida, como Jennifer, se labra su propio destino.
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Mira la entrevista con la Hon. Jennifer González: