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El verdadero reto de una empresaria


Emprender un negocio en nuestra sociedad puertorriqueña conlleva grandes retos, desde la permisología, el financiamiento, la publicidad, los impuestos, entre otros sinnúmero de barreras. Imagínense, además, ser joven y mujer, pero querer desarrollarse en el mundo empresarial que tradicionalmente ha sido liderado por la figura masculina. ¿Sería difícil, verdad? ¡Pero no es imposible!

El pasado mes de marzo me di a la tarea de cumplir una de mis grandes metas: establecer mi propio negocio. Siendo sincera, siempre tuve la ilusión de ser empresaria, pero no fue hasta que la situación económica afectó la empresa donde me desempeñaba que decidí tomar las riendas de mi vida. En un comienzo la ansiedad y los pensamientos se apropiaron de mí. ¿Cómo era posible que renunciara a la empresa donde me había desempeñado por una década? ¿Cómo iba a abandonar a la compañía que me dio la oportunidad de comenzar mis primeros pasos en la Contabilidad con apenas 16 años de edad? ¿Cómo iba a renunciar a una estabilidad económica (a pesar de los ajustes debido a la crisis)? Por otro lado, ya el trabajo se había convertido en rutinario, el tenso ambiente laboral causado por la crisis económica me provocaba tanto estrés que comenzó a afectar mi salud física y emocional. Me sentía estancada porque no tenía oportunidades de desarrollo o de ascenso. Infinidades de interrogantes pasaron por mi cabeza esos días, al punto que el insomnio era mi mejor amigo.

Tras semanas de reflexión, y prácticamente por recomendación médica por mi bienestar emocional debido a tanto estrés, decidí dar el paso, renuncié a mi trabajo a finales del mes de enero. Aun así, me resignaba a emprender mi negocio porque no tenía la inversión económica para los programas, los equipos y mucho menos tenía el dinero para pagar la fianza de un local comercial. El miedo a la incertidumbre económica siempre estaría presente, aún más cuando no contaba con un portafolio de clientes. La competencia (tanto contadores como CPA) en el pueblo que resido es considerable. Algunos promocionan igualas absurdas por las que se me haría difícil competir. Pues entre todas esas barreras que iba analizando sin ni tan siquiera empezar el negocio decidí comenzar a enviar resumes. Fui al menos a 6 entrevistas de trabajo, agraciadamente se sorprendían al ver a una mujer joven con 10 años de experiencia. Ahí comprendí que el Suma Cum Laude de la universidad, que conseguí con tanto sacrificio, solo tiene un valor para mí porque lo que verdaderamente importante es tu experiencia. A pesar que me aceptaron en varios trabajos, mi subconsciente siempre ponía una excusa: el salario es muy poco (entendí que el mínimo federal no era suficiente para una persona con esa experiencia y estudios), el trabajo es en el área metropolitana y el solo pensar coger el a taponamiento me hace rechazar el trabajo automáticamente o simplemente no tuve química con el supervisor.

De todas las entrevistas hubo una muy especial, ya que me preguntaron cómo me visualizaba en 5 años, a lo que contesté, con un negocio propio. Realmente creo que es una de las peores contestaciones que podía dar e incluso en entrevistas anteriores nunca había contestado de esa forma. Curiosamente la entrevistadora me indicó que ellos estaban en búsqueda de una Contadora Externa, que buscara el material a su oficina porque ella no contaba con mucho tiempo. Además, comenzó a quejarse de su CPA ya que al tener tanto trabajo no le contestaba las llamadas. Me indicó que si establecía un negocio contara con ella como clienta. ¡Wow! Era la oportunidad. Salí de esa entrevista súper motivada y ese fin de semana comencé a desarrollar un plan de negocio. Total, no tenía nada que perder y pensé: he ayudado a varios comerciantes a establecer su negocio, he trabajado diferentes industrias y he podido orientar al cliente viendo las deficiencias de su negocio a través de los números. He conocido comerciantes que apenas tienen estudios, pero su dedicación y compromiso con el negocio lo hacen ser exitosos. ¡Es mi momento, mi oportunidad y me voy a arriesgar!

Hablé con familiares y amigos de confianza que me dieron sus sugerencias y motivación para lograr realizar el plan. Intenté buscarle la solución a todas esas incógnitas que me hice en un principio. Basado en el comentario que me dio mi posible clienta y en las incalculables conversaciones que tuve en el transcurso de aquellos 10 años con comerciantes, me di cuenta que existía una necesidad en los pequeños y medianos negocios que se necesitaba satisfacer. Esta fue la base de la formulación de mi idea y el surgimiento de SCR Professional Accounting Services. Mis servicios son ofrecidos directamente en el negocio u oficina del cliente, realizando un servicio personalizado basado en cada industria y la necesidad del cliente. Esta idea, no solo me ahorra el alquiler de un local comercial y el pago de utilidades, sino también crea un ambiente donde el cliente siente un mayor compromiso con su negocio y sobretodo existe una comunicación directa con su Contable. A su vez, es una estrategia competitiva, ya que al no tener gastos excesivos puedo ofrecer mejores precios mientras me voy desarrollando en este campo.

Al gobierno implantar la radicación electrónica de las Planillas de Contribución sobre Ingresos, era indispensable poseer una computadora e impresora láser, por lo que comencé mi búsqueda de entidades que otorgan ayudas económicas o financiamiento y encontré al Instituto Socio Económico Comunitario (INSEC). Insec es una entidad sin fines de lucro que ayuda a personas de escasos recursos a adquirir equipos para su negocio propio, a la vez que te capacitan y te motivan a través de talleres para desarrollar tus ideas. Gracias a esta ayuda pude obtener mis equipos y conocer futuros comerciantes de toda la Isla.

Solicité las diferentes permisologías y el 1 de marzo de 2016 establecí mi negocio formalmente. Comencé una campaña publicitaria dirigida a individuos, aprovechando la temporada de planillas. Promocioné mi negocio con tan solo $80, entre redes sociales, principalmente Facebook, y flyers (los cuales repartí en lugares que visitaba comúnmente y con la gran ayuda de toda mi familia). Con el lema, buscamos los documentos a su hogar o trabajo tuve una gran acogida. Una vez terminada la época de planillas comienzo a dirigir mis servicios a los pequeños y medianos negocios, demás está decir que mi principal cliente fue quien me realizó la entrevista. Y como dice el dicho: “no hay mejor publicidad que un cliente satisfecho”.

Ha sido una de las decisiones más difíciles que he tomado en mi vida, pero puedo afirmar que fue asertiva y con los ojos cerrados lo volvería hacer. Me levanto día a día con la ilusión de poder ofrecer mis servicios, con el orgullo y la satisfacción personal de que soy mi propia jefa, de que administro y puedo ser flexible con mi horario, que poseo mi propia independencia económica y no estoy atada a un sueldo por hora, pero sobre todo que no tengo límites. Aprendí que el obstáculo más grande que debes enfrentar es tu propio ser. Está en ti superar todos esos temores que no te dejan avanzar, en aprender a confiar en tu capacidad, arriesgarte y buscar tu verdadera vocación. Yo me arriesgué. ¿Y tú, te atreves?

 

Siomary Cruz Reyes, Contadora

Propietaria de SCR Professional Accounting Services

787-375-1995

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