Mujer con visión: Jacqueline Rivera
Jacqueline lleva en los ojos su profesión. Cuando la miras puedes notar que lleva dentro una sabiduría esculpida con trabajo y dedicación. Luego de 26 años como enfermera, Jacqueline ha visto de todo: amor, dolor, vida, muerte, salud y enfermedad. Veníamos preparadas para una entrevista en que surgieran esos puntos negativos que permean el trabajo de una enfermera, así que nos sorprendimos agradablemente cuando nos dimos cuenta que ella ve su trabajo y el mundo de otra forma.
Nos contó que desde pequeña conoció las virtudes de servir a los demás a través de su iglesia y que comenzó a estudiar administración de empresas porque así lo quería su papá. Pero la vena de servir se impuso y decidió cambiar a una carrera en la enfermería. Según ella, fue la mejor decisión profesional de su vida. Aunque admite que el trabajo es desafiante en muchos aspectos, no piensa ni por un momento que escogió la carrera equivocada.
Para Jacqueline, la clave del éxito profesional ante los cuadros decididamente difíciles que se viven a diario en su hospital reside en su fe en Dios. Ve su trabajo como una extensión de su vida, como un vehículo para ofrecer ayuda y amor. Así, con una mentalidad que supera las barreras de los problemas diarios, ve oportunidades y comienzos donde otros ven sufrimientos y despedidas.
Hace 11 años que trabaja en Maternidad del Hospital Auxilio Mutuo. Según nos cuenta, la experiencia le ayuda a crecer personal y profesionalmente, aprendiendo algo nuevo todos los días en su interacción con los compañeros de trabajo y los pacientes. Tomó cursos que le permitieron convertirse en educadora en lactancia, doula de parto y educadora certificada de parto.
Jacqueline afirma que la crianza de apego es necesaria para dar a los infantes las bases que necesitan para convertirse en personas de bien y para reducir la violencia en nuestra sociedad. Lacto a sus dos hijos por cinco años y es fiel creyente en que los bebés vinieron al mundo “para que tú los apapaches.”
Sobre el trabajo en días de fiesta, especialmente los navideños, nos dice que siempre le explicaba a sus hijos por qué no podía estar con ellos todo el tiempo durante esas fechas. Como su calendario de trabajo no cuadraba con las festividades en muchas ocasiones, se unía a sus compañeras de trabajo en una celebración en los momentos de descanso. Después de todo y como ella misma nos afirma, “también nosotros somos una familia.”
Su mayor satisfacción es que le encantan sus pacientes y que puede ayudarlos, darle aliento y esperanza. Utiliza su fe en Dios para dar esa esperanza y para seguir adelante enfrentando retos. Esa calidad de vida se transfiere a muchas de las personas que toca y le hace imprescindible en la vida de muchas familias puertorriqueñas. Jacqueline comprende que cuidar la salud de una persona va más allá de su estado físico y envuelve actitudes positivas, esperanzadoras.
Mujeres con Visión se honra en reconocer a Jacqueline Rivera, enfermera de Maternidad en el Hospital Auxilio Mutuo, como una de nuestras mujeres con visión.