¡Por ahí viene la jefa!
¿Cuántas veces pronunciaste esta frase a lo largo de tu vida laboral? Algunos años con susto, otros con desgano y… con suerte, otros con entusiasmo. Ahora piensas emprender tu propio negocio y te convertirás en “LA JEFA” de pocos o muchos empleados. ¿Qué tipo de jefa quieres ser? ¿Te lo has preguntado?
Tener empleados es una parte del negocio que no debes tomar a la ligera por las connotaciones legales que conlleva una contratación. Aunque el tema de este escrito no es el ámbito legal, por más pequeño que sea tu negocio pide asesoría de un especialista en Recursos Humanos antes de trabajar contratos y comenzar el proceso de reclutamiento. Volviendo al tema, ¿qué tipo de jefa quieres ser? Para que tu negocio crezca y sea exitoso necesitas empleados motivados. Identifica formas creativas de motivarlos y hacerlos sentir parte de la empresa. Te presento algunos ejemplos:
- Mensajes de motivación los lunes por correo electrónico
- Comisión por ventas
- Comisión por metas establecidas
- Reuniones mensuales para escuchar e implementar nuevas ideas ofrecidas por ellos
- Diplomas o certificados de felicitación los cuales sean vistos por empleados y clientes.
Es preferible que te respeten a que te teman. Genera la confianza de una filosofía de puertas abiertas, así se sentirán en la libertad de contarte situaciones o problemas y no se quedará en un mero “chisme” entre empleados del cual nunca te enteras. Seguramente también fuiste empleada, ponte en los zapatos de tu equipo. Dale su espacio y privacidad. Lo más probable es que no te gustaba salir a almorzar con tu jefe o jefa aunque te cayera muy bien. Hay temas de los que no se habla cuando tenemos a la jefa al frente. Ten cuidado con sobrepasar la línea fina entre los personal y lo profesional, pues entre tu persona y tu equipo media un contrato y predomina la relación laboral.
El empleado perfecto no existe, mucho menos la jefa perfecta. Te recomiendo que capitalices en las fortalezas y talentos de tus empleados. Ayúdalos a crecer en aquellas destrezas que necesitan mejorar. Quizás en este momento no cuentas con el dinero para un aumento de sueldo o un bono de productividad, sin embargo, puedes sacar una partida para pagarle un curso corto en alguna destreza que necesite mejorar. Otra idea es que, a base de intercambio con otros suplidores, puedas obsequiarles certificados de regalo como apreciación a su gran desempeño.
Cuando algo no ande bien con un empleado, no asumas, escúchalo y luego exprésale tu opinión de como entiendes que su desempeño puede mejorar. Se puede ser firme y justo a la vez. Siempre mantén el control de tus emociones. Inspira respeto, nunca miedo. Ser jefa no es tan glamoroso como parece, es una gran responsabilidad, sobre todo cuando quieres que tu equipo crezca y desarrolle su máximo potencial para inspirar así a próximas generaciones. Ser jefa es más que un puesto, es un legado. Les dejo porque voy llegando a la mi oficina y mi equipo ya sabe que ¡POR AHÍ VIENE LA JEFA!
Por: Vanessa Marzán
Mentora de Mujer Emprende PR