Tiempo de prueba
Yo le arrebaté su virginidad
Rompí con sus miedos y principios.
El tenía derecho a probar,
a sentir mis pezones erguidos sobre su pecho,
a saborear mi saliva a mitad de un beso.
Estábamos presos de nuestros deseos.
Escondidos en el clandestinaje
teníamos derecho amarnos en escaleras y baños,
a sentir sus dedos inexpertos en mi entrepierna,
a morder su cuello y ver como se le erizaba su piel,
a oler su miedo cuando mis manos se deslizaban por su bragueta.
Yo terminé con su castidad.
Le inyecté rebeldía, le susurré palabras y le regale valor.
Se rindió y me lanzó contra la pared, arrancó mis bragas,
me tomó entre sus brazos, me besó como bestia embravecida,
mordió mis muslos y como aprendiz lamió mi sexo.
Abrí mis ojos
su tiempo de prueba se desvaneció en mis dedos.