Niños tecnológicos: cómo me decidí a comprarle tabletas a mis hijos cuidando su balance y bienesTar
This just happened!!!
Los que me conocen saben que llevo años (una década!) posponiendo y resistiéndome a esto ... no ha sido fácil ... así que finalmente ...
Mamá que trabaja fuera de la casa (también), niños en vacaciones de verano y el constante push para usar los electrónicos. Que hice?
Como conseguí unas tabletas a súper precio (la excusa)y, luego de 10 años para Thiago, 8 años para Tay y casi 6 para Tabeel, les compré sus primeras “tablets”. (Aún no tienen teléfonos y no decido cuando los tendrán). No se imaginan lo difícil que han sido todas estas navidades explicándoles por que Santa les traía tablets a sus amigos, a sus primos, a sus vecinos pero a ellos no. También como justificarme hacer esperar al grande esos 10 años mientras que el chiquito “salvó” (pero yo también soy primogénita y tuve que llorar a veces días por perdidos que después a mis hermanas se los daban antes es y por default (si es que preguntaban).
Las tablets: logré racionalizarlo. Estoy intentando crear un balance entre su deseo de tenerlas, incorporar destrezas y métodos de aprendizaje, intereses que ellos quieren explorar en el mundo de los videos y el entrepreneurship y crearles una estructura de responsabilidad, accountability y rewards - pero también poder manejar mientras trabajo que tengan un balance de actividades y no ser yo la de la cantaleta constante de “apaga eso ya, vete a hacer otra cosa, llevas tantas horas pegado ... “
Este es el trato que hice con ellos: con un “chore app” tienen que cumplir con un requisito de responsabilidades y una hora de lectura al día, una hora de actividad física, una hora de música y media hora de arte o escritura. Por cada media hora de eso, tienen media hora de electrónicos hasta un total de 3 y si no, se los bloqueo de manera remota o le envío mensajes acordándole.
Puedo hacer tracking del tiempo por actividad, que apps usan y que videos ven, entrar en sus tablets y hasta ver qué escriben y con quien (porque conseguí un messaging app familiar que funciona con wifi).
De esas tres horas de electrónicos tienen una cuota de lectura, videos y apps que tienen que ser educativas y que tienen precedencia sobre el “tiempo libre” de uso del electrónico. Todo el contenido está calibrado a su edad con ciertas excepciones aprobadas por mí.
So far -y en los últimos (primeros) 7 días que fueron más laxos porque estábamos de viaje- mi primogénito estuvo 19 horas usándolo. De primera intención parece mucho. 2.7 horas de tableta al día. Pero de esas, 8 fueron de videos y 8 de apps. La mitad eran educativas y es aproximadamente una hora de video juegos y una hora de ver videos al día roughly que tuvieron que “ganárselas” con otras actividades divertidas, variadas y no electrónicas. Thiago estuvo más de dos horas en 7 días leyendo libros en la tablet (también lee hard copies). Tengo que ver cómo lo manejo porque en dos horas se puede leer un libro entero así que esa es otra fase de mi proyecto que también incluye por ejemplo programas de ejercicios y mindfulness.
Hace dos días los fui a regañar porque los escuchaba “peleando y gritando” y corriendo por toda la casa con espadas. “Qué hacen!!??” Thiago me dijo que llevaban 48 minutos de actividad física en esgrima de ninjas por toda la casa para cumplir con su cuota aeróbica/de ejercicios. 😝 Genial ingenio de la niñez desconectada.
Con esta estructura voy a ver como transiciono el próximo semestre en una experiencia educativa más apoderada e interesante/eficiente para ellos.
Pero esto es solo el comienzo y estoy segura que seguiré ajustando y arreglando en la marcha. Ya arranqué y no me asusta que no “haya marcha atrás” porque siempre puedo meter las tabletas bajo llave y apagar el wifi (que ya estoy buscando como hacerlo remoto).
Mommyhood into the new rapidly changing world! Adjust. #transformaT