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¿Cuál es la revolución?


Cuando nos dimos cuenta que podíamos, lo hicimos. Ahora no hay vuelta atrás.

La semana pasada vi la película Farenheit 11/9 de Michael Moore. Es un documental que, a la usanza del Moore, le mete el dedo en el ojo a muchas personas en ambos bandos políticos. Aparte de un recuento de las cosas inverosímiles que se ven en la política americana y en su forma de gobierno, hay una parte del documental protagonizada por las mujeres. En esencia, es el despertar de justicia social que los ignorantes han llamado “extrema izquierda” y “socialismo” (como si la última fuera una mala palabra), que ha llegado a la política estadounidense de la mano de las mujeres.

El Nuevo Pacto Verde y las políticas de justicia social no son algo innovador. Desde hace mucho sabemos lo que tenemos que hacer y, en la mayoría de las ocasiones, hasta sabemos cómo tenemos que hacerlo. La diferencia entre antes y ahora está en la participación activa de la mujer en las esferas políticas. Por si esto fuera poco, estamos ante un fenómeno cuyo impacto no podemos apreciar contemporáneamente pero que probablemente partirá la historia en dos: la mujer está perdiendo el miedo. ¡Esa ES la revolución!

Los movimientos femeninos del pasado han tenido muchas formas. Algunos han sido en la moda y las artes, otros en derechos y economía. Otros, ignorados en la historia, vieron a las mujeres en las riendas del destino de muchos pueblos. Esta revolución, sin embargo, es una principalmente de poder. La mujer está avanzando en el terreno de la política y en las estructuras sociales que dan fuerza a las naciones. Esta toma del poder será el punto donde por fin se aceleren las políticas de equidad de género, igualdad entre las naciones y protección a principios mucho más sagrados que los mercados, tales como ambiente, alimento, vivienda, salud, familia y educación.

No nos equivoquemos, estamos ante un giro que muy bien podría llevarnos a economías que inviertan más dinero en libros que en balas, en energía renovable que en petróleo, en gente que en lujos. ¡Hablemos de esa revolución!

Cuando una mujer detiene el patrón de abusos que recibe en el ámbito laboral, ¡hablemos de esa revolución!

Cuando una niña rechaza los estereotipos de vida que le designan a ser madre y ama de casa, y busca el futuro que prefiere, ¡hablemos de esa revolución!

Cuando una mujer vence el miedo y detiene la cadena de abusos de su pareja, ¡hablemos de esa revolución!

Cuando las mujeres enfrentan a los medios y combaten su contenido misógino, ¡hablemos de esa revolución!

Cuando las mujeres se unen para ofrecer apoyo a otras mujeres en todos los aspectos de la vida, ¡hablemos de esa revolución!

Cuando las mujeres se educan sobre sus derechos y les hacen valer ante todo y todos, ¡hablemos de esa revolución!

Cuando una mujer, cuando dos mujeres, cuando diez mujeres, cuando cien mujeres, cuando mil mujeres deciden aspirar a puestos electivos para cambiar el mundo desde las esferas de poder, ¡hablemos de esa revolución!

La historia nunca espera. Podemos ser espectadoras o protagonistas. La historia que estamos viviendo en estos momentos seguramente será escrita en el futuro con cara y nombre de mujer. Cuando las generaciones venideras miren hacia atrás podrán mencionar los nombres de las mujeres grandiosas y valientes que comenzaron la revolución del poder mundial. Hoy las tenemos entre nosotras y tenemos la oportunidad de unirnos a ellas. ¡Esta ES nuestra revolución!

 

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