Guía para el cambio
Todas queremos una transformación en nuestras vidas. De eso se tratan nuestras resoluciones, especialmente cuando llega un año nuevo. Somos ambiciosas en nuestras metas y, por lo general, casi nunca cumplimos la gran mayoría. Eso es común, es normal.
El problema con nuestras resoluciones de cambio no es que no podamos lograrlas, es que no tenemos un plan realista para hacerlo. En vez de considerar una estrategia de incrementos, queremos hacerlo para ayer. Luego de unos días o semanas donde no vemos resultados, nos frustramos y olvidamos nuestra meta. Queremos dejar el azúcar de un día para otro. Queremos rebajar 10 libras semanales, queremos aumentar nuestros ingresos al doble en un mes. Todos esos hábitos son recetas para el fracaso.
La clave para una transformación real y duradera está en la paciencia, en la consistencia diaria con nuestro plan. Nada que valga la pena lograr se obtiene de inmediato. La inmediatez de nuestras vidas, ya sea en el trabajo o en las actividades de ocio, no se traduce igual en nuestros planes. Dejar los malos hábitos o lograr el éxito en un proyecto toma planificación y tiempo. Toma conocimiento, apoyo, revisión, refuerzo y esfuerzo.
Hay una serie de pasos generales que puedes tomar para cualquier tipo de transformación. Aquí te dejamos una lista corta de las cosas que debes considerar cuando desees transformar cualquier cosa en tu vida:
Planifica – Antes de comenzar un cambio, asegúrate que has tomado en consideración muchas de sus variables y consecuencias. Si conoces bien lo que representa el cambio que estás buscando y haces un plan para lograrlo, tendrás más oportunidades de éxito. Ejemplo: Si quieres aprender una nueva destreza laboral, lee sobre el tema y define si en realidad quieres dedicar tu tiempo y esfuerzo a esas nuevas labores. Prepara una lista de todas las cosas positivas y negativas que tiene y decide si deseas emprender el trabajo. Habla con personas que conozcan del tema.
Prepárate – Ya que has estudiado y comprendido lo que significa intentar esa transformación que quieres, prepárate para los cambios. Si eso requiere menos tiempo con la familia o los hijos, conversa con ellos y pónganse de acuerdo en cómo se apoyarán unos a otros. Si requiere menos horas libres, planifica mejor tus días o momentos de descanso. Recuerda que la presión de trabajar o estudiar largas horas puede ser lo que provoque que te canses y dejes tu plan antes de lograr tu meta.
Establece metas en el tiempo – Eso es, decide qué quieres lograr y cuándo quieres lograrlo. Sé realista. También sé flexible. Tu plan debe contemplar que hay muchos factores que pueden detener o retrasar tu progreso. No te desanimes y reajusta tu calendario. Reduce tu tren de trabajo o busca alternativas para continuar hacia tu meta. Los cambios toman tiempo.
Prémiate – Cada vez que logres una de las metas de tu plan, saca tiempo para premiarte. Reconoce que estás logrando lo que quieres y que en algún momento llegarás a tu meta. Aunque es bueno ser exigente y no conformarse con poco, también es bueno que te recuerdes a ti misma que te estás haciendo cada vez más fuerte y decidida. Vete de paseo, de compras, a un restaurante, con tu amistades, lo que sea. Celébrate y reanímate para continuar en el camino a tus metas.
Evalúate – No te mientas o dores la píldora cuando se trate de evaluar tu progreso. Tampoco seas demasiado severa. Un traspiés no significa que todo está perdido. Si lo evalúas como lo que es, un simple contratiempo, podrás corregir y continuar tu camino. Si algo no está funcionando, cámbialo y no dejes de trabajar para tu meta. Si tu evaluación te dice que hay cosas buenas y malas, solo descarta las malas y reajusta tu plan para esas cosas.
Hacer algo, igual que no hacer nada, es cuestión de costumbre. Si sigues estos pasos y te propones lograr tu transformación como meta prioritaria de vida, no habrá nada que te detenga.
Por último, recuerda que transformarse no significa hacer un cambio radical en tu vida. Un cambio en tu peinado o forma de vestir es una transformación. Una nueva forma de pensar sobre ti misma y sobre los demás es una transformación. Dejar a un lado las costumbres que te afectan física o emocionalmente es una transformación. Si comienzas y logras transformaciones pequeñas, estarás preparada para lograr lo que te propongas. A fin de cuentas, tú puedes transformarte como quieras.