La nueva normalidad
¿Quién hubiese imaginado este momento? Ni en nuestros sueños o pesadillas más locas hubiésemos imaginado que hoy estaríamos así. Tras los huracanes y los terremotos, pensamos que nada podía ir peor. Entonces vino el coronavirus y nos enseñó cuán equivocadas podíamos estar.
Lo que estamos viviendo es algo que nuestro planeta no veía desde hace más de un siglo. Si factorizamos los avances en la tecnología, medicina y otras áreas del quehacer humano, estamos ante un evento sin igual en la historia de la humanidad. Es casi increíble que un virus nos haya postrado de esta forma. Tenemos que admitir que nunca pensamos en algo así y tampoco nos preparamos cuando muchos científicos nos dijeron que esto podía pasar.
Ahora estamos aquí, con miedo, encerradas, pensando en nuestra mortalidad, en lo difícil que pinta el presente y lo oscuro que nos parece nuestro futuro. Estamos en medio de una historia que se escribe de norte a sur y de este a oeste. Todas somos vulnerables y eso nos asusta, nos desespera.
Estamos en medio de un evento histórico que será recordado por siglos. En esta vorágine quizás no podemos verlo, pero este terror que visita a todo el planeta es, tal vez, la mejor oportunidad que tenemos de ser parte de una nueva historia de la humanidad. Quizás nunca más en nuestras vidas tengamos la oportunidad de crear un mundo nuevo. Las compañías y los políticos están viendo las oportunidades que el caos les ofrece para seguir enriqueciéndose o en el poder. Nos toca a nosotras darnos cuenta de que también tenemos esa oportunidad y que podemos hacer que el nuevo normal sea el mundo que todas queremos para nosotras y para futuras generaciones.
La tentación de entregarnos al miedo y a la desesperación es grande. Cada notica es un mensaje de terror, cada señal es un anuncio de los males que está por venir. Aún así, sabemos que la humanidad seguirá luego del coronavirus. Por eso es que tenemos que aprovechar este tiempo para unirnos en el propósito común de que el nuevo orden mundial que surgirá de este caos no nos deje igual o peor que el anterior.
Desde nuestras casas o donde nos encontremos, debemos buscar a otras personas que quieran un cambio social, político y económico; debemos unirnos todas en el propósito de terminar con el pasado y abrir as puertas a un nuevo mundo de equidad y de oportunidades. Quizás no podamos movernos físicamente por el momento, pero el día en que volvamos a la calle llegará. Este es el momento de prepararnos para ese día. Cuando las puertas del mundo vuelvan a abrirse, debemos salir a la calle dispuestas a forjar un mundo nuevo. Nosotras podemos.
La historia nos ha puesto en un momento de prueba del cual saldremos airosas. Llegó la hora de activarnos para construir el mundo que queremos. La nueva normalidad será el mundo que todas juntas construyamos.